- Catequesis
- Coordinación
- Comunidad de Mateo
- Comunidad de Lucas
- Comunidad de Marcos
- Comunidad de Juan
- Comunidad de Emaús
Catequesis
Somos: un grupo de catequistas, discípulos - misioneros de Jesucristo que evangelizan con la palabra y el ejemplo.
Nuestro servicio consiste en: evangelizar a los catequizandos y a sus padres de familia preparándolos convenientemente para la vivencia de los sacramentos.
Nuestro objetivo es: ofrecer a los catequizandos y a sus familias el medio pertinente para el encuentro personal con Cristo, a través de los conocimientos y de la experiencia de la fe.
Reuniones:
Lugar: Centro Loyola por comunidades.
Días:
Catequistas | Jueves | 19:00 a 20:30 |
Servidores | Miércoles | 19:00 a 20:30 |
Coordinación
Servidor - Coordinador General
Padre Juan Carlos Jiménez Servidor General |
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Jorge Armando López Cazo Servidor General |
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Cecilia Góngora Secretaria |
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Hendry Barrazueta Tesorero |
Servidor - Coordinador - Comunidad de Mateo
Josue Arias Servidor - Coordinador Reconciliación - Primer Nivel de Comunión
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Servidor - Coordinador - Comunidad de Lucas
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Lourdes Mariela Custodio Araujo Servidora - Coordinadora Eucaristía - Segundo Nivel de Comunión |
Servidor - Coordinador - Comunidad de Juan
Mishel Astudillo Servidora - Coordinadora Confirmación - Segundo Nivel de Confirmación |
Comunidad de Mateo
Comunidad de Mateo
En este segundo año, los niños se acercan a Dios Padre, a su Hijo Jesús y a sus enseñanzas. De esta manera, pueden comprender los mandamientos de Dios y la negativa a Él a través del pecado y sus consecuencias. Al final de este segundo año, por consiguiente, podrían estar preparados para celebrar su Primera Reconciliación.
Durante este año los niños comenzarán:
- La iniciación del proceso de formación de conciencia.
- Comprensión de los mandamientos desde la relación filial con Dios y con su Hijo Jesús, eliminando falsos temores, amenazas y prejuicios con los que en algunos hogares procuran "mejorar la conducta de los niños".
- Brindar una formación con sentido evangélico, en la que el modelo de Jesús ha de inspirar la vida de estos niños, quienes a su corta edad, viven ya inmersos en un medio social concreto que influye en su ser y en su actuar. No deja de ser preocupante la problemática familiar, cuya confrontación con la enseñanza de Jesús puede ofrecer dificultades, para llegar de esta manera eficaz al corazón y a la mente de los catequizandos.
- Preparación para la primera celebración del sacramento de la Reconciliación, lo cual requiere un diálogo efectivo entre los catequistas y los sacerdotes que atenderán a los niños.
Comunidad de Lucas
Comunidad de Lucas
El principal objetivo de este año es que los niños se preparen para recibir a Jesús en la Eucaristía el día de su Primera Comunión y durante toda su vida.
Para cumplir este objetivo irán aprendiendo la belleza de la vida sacramental, los mandamientos de la ley de Dios, las verdades sobre la vida eterna y especialmente aprenderán a amar la Eucaristía mediante una preparación doctrinal sólida y una devoción sincera.
Al final de este año, los niños celebrarán su Primera Comunión. Es por lo tanto muy importante prepararlos durante todo el año, no solo para ese día, sino para comenzar su vida Eucarística. Por lo tanto, desde el primer encuentro, hay que insistir mucho en que no se están preparando para comulgar un día, sino para hacerlo toda su vida.
Es necesario entonces lograr que los niños amen la Misa del domingo. Más que una obligación, hay que sembrar en ellos la necesidad de participar de la Eucaristía para que puedan experimentar -como los mártires africanos- la convicción de que "sin el domingo no podemos vivir".
Al finalizar este año los niños tendrán en su mente y en su corazón ciertos conocimientos esenciales de fe.
Comunidad de Marcos
Comunidad de Marcos
El principal objetivo de este año es que los jóvenes asuman la fe en Cristo como un don personal, que marca su identidad y su forma de comportarse.
Para cumplir con este objetivo se recordarán las principales verdades de la fe, abordándolas con profundidad y dando respuesta a las objeciones que el mundo contemporáneo plantea a los creyentes. Por otra parte, se tratarán temas de formación humana importantes para el período de desarrollo en el que se encuentran.
Si bien este año los jóvenes no recibirán ningún sacramento por primera vez, nuestra meta es que puedan reforzar la práctica habitual de la Eucaristía y de la Confesión. Por lo tanto durante el año se incentivará a los jóvenes a participar todos los domingos en la Santa Misa y a confesarse algunas veces a lo largo del año.
Desde el primer encuentro de catequesis se procurará que los jóvenes vayan conociendo y apreciando el sacramento de la Confirmación mediante el cual recibirán más plenamente el don del Espíritu Santo. Este debe ser un tema que se reforzará constantemente, preparando así el corazón de los jóvenes para recibir tan importante sacramento.
Al finalizar este año, es necesario que los jóvenes tengan ciertos conocimientos esenciales en su mente y en su corazón.
Comunidad de Juan
Comunidad de Juan
El sacramento de la Confirmación comunica en plenitud al Espíritu Santo, que es el Espíritu de los tiempos nuevos y nos hace testigos de Cristo en la Iglesia y el mundo. Se trata del Espíritu que impulsó a Jesús a anunciar el Evangelio a los pobres y a liberar a los cautivos. Por eso la acción de este Espíritu no puede quedarse solamente en lo individual. Tiene que llevar a que el Reino que Jesús anunció se manifieste y, por eso, nuestras comunidades tienen que comprometerse para que reine la justicia y la comunión en el mundo en el que vivimos. Todo lo que hay de justo y de bueno en la Iglesia, procede de la acción de ese Espíritu. El Espíritu Santo lleva a trabajar en favor de la justicia, tanto al bautizado-confirmado como a la comunidad eclesial. Los signos que confirman la presencia de la vida nueva de Dios en el mundo son las obras de la justicia al servicio del amor. Obras que nacen del Espíritu de Jesús que impulsa a la manifestación del Reino de Dios. Es muy importante que se reconozca el valor del sacramento de la Confirmación. La Confirmación se administra, de ordinario, en la edad de la adolescencia.
Comunidad de Emaús
Comunidad de Emaús
Con el bautismo y la Eucaristía, el sacramento de la Confirmación constituye el conjunto de los "sacramentos de la iniciación cristina", cuya unidad debe ser salvaguardada. Es preciso, pues, explicar a los fieles que la recepción de este sacramento es necesaria para la plenitud de la gracia bautismal. En efecto, a los bautizados el sacramento de la Confirmación los une más íntimamente a la Iglesia y los enriquece con una fortaleza especial del Espíritu Santo. De esta forma se comprometen mucho más, como auténticos testigos de Cristo, a extender y defender la fe con sus palabras y sus obras.